sábado, 19 de diciembre de 2015
EL PRIMER ROLLING STONE
Hoy se cumple el primer siglo de la muerte en el paredón de fusilamiento del poeta, jornalero, caricaturista, narrador, músico, dibujante y wooblie Joe Hill.
Quizá este hijo de un ferroviario fallecido a los cuarenta y pocos tacos, Olof, y de una madre, Margareta, que tampoco vivió mucho, y trabajador itinerante él mismo, sea el wooblie −es decir, como es sabido, el miembro de la Industrial Workers of the World (IWW)− más pop.
Su espectro recorre el cine (The Ballad of Joe Hill, de Bo Wilderberg, The Return of Joe Hill, de Eric Scholl, etcétera), la literatura (The Man Who Never Died, de William Adler, The Preacher and the Slave, de Wallace Stegner, The Wild, Wild Wobblies, de Stewart Holbrook, etcétera), la música (le han compuesto temas, o han cantado temas suyos, el imponente Paul Robeson, Pete Seeger, Joan Báez −que le dedica una célebre interpretación en el Festival de Woodstock en el 69−, The Dubliners, etcétera), el cómic, por supuesto, las artes gráficas y visuales...
...y la cultura contemporánea en general: hace poco, Tom Morello, el guitarrista de Rage Against the Machine, declaró que sin Joe Hill no hubieran existido ni Woody Guthrie, ni Bob Dylan, ni Bruce Springsteen, ni The Clash, ni Public Enemy, ni Minor Threat, ni System Of A Down ni... Rage Against The Machine.
De hecho, hace tres días, esta semana, el martes, hubo un concierto en homenaje a Joe Hill en Los Angeles, en Trobadour, con los citados Morello y Báez −lo organizaba el primero−, y, además, con Ziggy Marley, Van Dyke Parks, Boots Riley, Rich Robinson, The Last Internationale, Tim Armstrong, Wayne Kramer, Jill Sobule, David Rovics y Built for the Sea, entre otros artistas.
Sueco de nacimiento, pronto huérfano, no future, desde luego, migrante iluso y pobre como tantos y, al cabo, estadounidense por adopción, como se suele decir, era −según lo escribió él mismo, el propio Joe, en su último escrito, el delicado poema de adiós o testamento titulado «My Last Will»− una piedra rodante, «a rolling stone». Se tropezó con una última y definitiva mala racha cuando estaba trabajando en una mina, la de Silver King, cerca de Salt Lake City. Y antes de partir de este mundo, mientras esperaba la muerte en su celda, Joel Emmanuel Hägglund, más conocido como Joe Hill, jugó así, como verán, o leerán, abajo, musical, gentilmente, con la rima, en su adoptivo idioma inglés −en el que supo componer tantas canciones a lo largo de sus treinta y seis años de vida duros y sonoros−, incluyendo, para lograr la consonancia, su «nombre de pluma» como firma. Dejó este poema a modo de despedida universal antes de marchar al paredón de fusilamiento para ser ejecutado por unos hijos de Utah, con excusas por la expresión, hace hoy día, domingo 19 de noviembre del 2015, cien años:
«My will is easy to decide
For there is nothing to divide.
My kin don't need to fuss and moan:
"Moss does not cling to rolling stone".
My body? Oh, if I could choose,
I would to ashes it reduce
And let the merry breezes blow
My dust to where some flowers grow.
Perhaps some fading flower then
Would come to life and bloom again.
This is my Last and final Will.
Good Luck to All of you,
Joe Hill»
«No se lamenten. Organícense.» Joe Hill (aKa Joel Emmanuel Hägglund, aka Joseph Hillström, Gävle, Suecia, 7 de octubre de 1879 – Utah, Estados Unidos, 19 de noviembre de 1915).
miércoles, 4 de noviembre de 2015
MISIRLOU
Misirlou
Tarantino:
Dick Dale & The Del Tones:
Con Dick Dale (Richard Anthony Monsour, Boston, Massachusetts, 1937), como frontman, el grupo Dick Dale & The Del-Tones interpreta la brutal y perfecta versión de 1963 (vide supra) de Misirlou con la cual Quentin Tarantino abre la potente trampa de Pulp Fiction.
Tarantino:
Dick Dale & The Del Tones:
Con Dick Dale (Richard Anthony Monsour, Boston, Massachusetts, 1937), como frontman, el grupo Dick Dale & The Del-Tones interpreta la brutal y perfecta versión de 1963 (vide supra) de Misirlou con la cual Quentin Tarantino abre la potente trampa de Pulp Fiction.
lunes, 2 de noviembre de 2015
CORÓNATE
Corónate de izquierda porque llevas
tu vulgata deleuziana en la cabeza
Pero la izquierda ciega
sorda muda y forzosa
del cana hijo de pobres
no la conocerás
La ignominiosa izquierda
de la vieja empleada doméstica
tan ignorante y chota
que a pesar de ser pobre
vota por los de siempre
no la conocerás
Corónate excluido y pide socorro
porque te multan cuando fumas porro
Pero la exclusión cierta
de la señora de barrio con pollera
floreada y bisutería de aros dorados
La de esa señora inconcebible
entre las damas del centenario
no la conocerás
Y la exclusión del negro villero
machista patriarcal de derechas y vairo
que ni siquiera la primaria ha terminado
tampoco la conocerás
Corónate revolucionario porque vistes
pijama y zapatillas y porque hablas jipi-hipster
Pero la revolución verdadera, la del tonto
que ni siquiera escribe bien su nombre
Esa revolución, tú no la harás jamás
La revolución del pobre facho
que tiene que llevar uniforme como un payaso
que no tuvo hijos universitarios
que hace el ridículo con sus comentarios
Esa revolución de soledad herida esa revuelta
oscura desangrada
desde el genuino gueto de la vergüenza desde esa
esquina negra
humillada siniestra que la "izquierda" como tú
ni siquiera imagina
ni respeta
Esa revolución ustedes no la harán
Porque esa revolución, la verdadera,
contra todos ustedes será hecha
LA ÚLTIMA PESADILLA DE PPP
Con Termini por prostrera estación terminó el viaje
y la de Ostia fue la playa en la que a ostias
la palmaste
Los camaradas del partido te negaron el
mismo título
de sporco comunista que te obsequió
tu asesino
Buscando en la larga noche de tu última cena
a Dios
con Satán diste
y supiste
que, por si quedaran dudas,
ambos son uno, y no dos
BOOLE ES COOL
Transformar el pensamiento, las ideas, la gramática de la razón, en ecuaciones algebraicas, consideradas hasta entonces aplicables solo al cálculo numérico, fue una quimera hasta que Boole lo hizo.
El álgebra booleana es relativamente conocida hoy ante todo porque se utiliza en diseño electrónico y porque las computadoras se rigen por un lenguaje algorítmico que opera con las opciones «sí» / «no» (on / off), «tertium non datur»: booleana lógica binaria que hace funcionar al mundo actual con este mecanismo basado en pares de opuestos (abierto / cerrado, conduce / no conduce) que se representan con los símbolos 0 y 1 (0: abierto; 1: cerrado). Al simbolizar matemáticamente las operaciones lógicas, Boole hizo posible programar comandos, lo que lo vuelve el padre del lenguaje computacional. Su álgebra es parte del código de casi todo lo que utilizamos en la vida contemporánea, desde un videojuego hasta Google, desde tuiter hasta el botón de la luz, desde el celular hasta el televisor. Todo descansa en esa dualidad casi cosmogónica, el 0 y el 1, la Nada y el Universo.
En el bicentenario de su nacimiento, tal como el Doodle de Google lo recuerda hoy, el Suplemento Cooltural hace ya una semana saludaba a George Boole (1815-1864), uno de los grandes genios que inventaron el futuro:
viernes, 23 de octubre de 2015
LAS LEYES DEL PENSAMIENTO
On / Off - 0 / 1 - La Nada / El Universo -Salud en tu bbb booleano bicentenario binario, oh gran y loco George Boole (1815 - 2015), programador del futuro
jueves, 23 de julio de 2015
PAPA DON'T PREACH
Observación malintencionada con la malsana intención de fastidiar a fondo:
Este artículo, publicado aquí, en Abc Color,
ya ha fastidiado tanto y a tanta gente que,
para fastidiar aún más,
lo pongo también aquí.
JAJAJAJAJAJAJAJAJÁ
(carcajada perversa y demoniaca)
Dejando a
un lado la feliz coincidencia de que, siendo Paraguay, con un noventa por
ciento de católicos en las encuestas, una excepción a la actual caída
planetaria de la fe católica, el actual papa sienta un también excepcional
afecto precisamente por Paraguay, del «trending topic» del pasado «finde»
subrayo: uno, el talento de Bergoglio, su simpatía irresistible, su destreza
arrolladora; dos, la unánime falta de lucidez de todos ‒los jipis y la chetos,
los niños y los viejos, los fachos y la zurda, los progre y los conserva‒; y
tres, la inteligencia, el brillo de este gol vaticano.
PAPA DON'T PREACH
Desde la
primera de sus sistemáticas rupturas «espontáneas» ‒aquel «Buona sera» que,
como ha señalado en alguna entrevista Umberto Eco, puso fin a una liturgia
milenaria‒ del protocolo, ha convencido a todos de que es traslúcido y de que trae
cambios. Grandes cambios. Y se los ha metido a todos en el bolsillo. Hasta su
famoso «exabrupto», apuesta más riesgosa (le valió algún denuesto), refuerza la
impresión de su transparencia; al decir: «Matar en nombre de Dios es una
aberración. Pero tampoco se puede provocar ni insultar la fe de los demás. Y si
alguien dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo»,
parece tan cercano y tan fiable como tu socio de tragos. Crucial en una fase de
profundo desprestigio de la Iglesia, el mensaje es: «Soy una persona normal,
como vos»; ergo: «Te reflejo, identifícate
conmigo (y con la Iglesia) con confianza total, porque soy un tipazo»; mensaje,
obviamente, no explícito ni dirigido a la conciencia, texto sin palabras que el
público lee automáticamente, sin saberlo.
Bergoglio
es un capo en este juego. Ahora, ¿qué cambios ‒qué grandes cambios‒ realmente
trae? Se ha vestido de rebeldía y se ha adornado de modernidad y absuelve tus
pecados por el Tuiter. ¿Y después? Ha dicho que el calentamiento global es real
y que las estrategias para revertir el cambio climático son «urgentes e
imperiosas». ¡Guau! ¿Quién que no sea un marciano, un fósil o un republicano
estadounidense lo ignora? ¿A quién no le conviene decirlo? ¿Y, sobre todo, decirlo
sin apuntar a nada ni a nadie en concreto, más que a los ricos y a los países
ricos, como siempre? ¡La Iglesia ha vivido de apuntar a los ricos ‒en, y solo
en, su discurso (valga la aclaración, por si esto lo estuviera leyendo algún
niño menor de cinco años un poco lento)‒ desde hace milenios! Dedicar una
encíclica al problema medioambiental no solo no es comprometedor, sino que es
lo contrario: ¡es oportuno, es «trendy»! ¿Acaso la chetada no va en bici y
cultiva verduras orgánicas y «desapego» desde fines del siglo pasado? Y que la
relación entre naciones en desarrollo y países industrializados y entre pobres
y ricos es desigual y «estructuralmente perversa», y que el deterioro planetario
es efecto de un «consumismo inmoral», no solo no es un discurso innovador, ni
revolucionario, ni de izquierdas, sino que lo diría hasta mi abuela. De «izquierdas»
es el «estilo»: el gesto, el aire, el talante, el tono, la actitud, el
simulacro. La postura contestataria y crítica se vacía de sustancia y de
sentido para convertirse en «progre», sucedáneo político equivalente a esa
bisutería banal que en lo artístico se designa como «kitsch».
Que la ultraderecha
estadounidense lleve su impresionante naiveté
y su anacronismo de caverna hasta el extremo candor de «acusarlo» de «marxista»
por algo tan light como la Evangelli Gaudium no hace marxista al
papa, pero sí lo acerca a una figura atractiva para el imaginario heroico de la
clase media progre que sueña con el Che hollywoodense mientras esnifa el tufo
thoreauniano del Christopher McCandless de Into
the Wild, «acusación» que el así involuntariamente idealizado ‒por sus
tontos enemigos útiles‒ papa se sacudió en su momento: «La ideología marxista
está equivocada, pero conocí a muchos marxistas buenas personas y no me ofendo»
(diario Página 12, 16 de diciembre
del 2013). ¡Claro que no! Los ofendidos aquí son los marxistas.
No es
marxista: por ende, cabe inferir que, cuando descalifica las ideologías (que
«tienen una relación incompleta o enferma o mala con el pueblo», dijo en el
León Condou), no usa habla del concepto que define el filósofo alemán.
Entonces, ¿de qué habla? Dan pistas sus otras declaraciones, en las que nunca
hay dueños ni esclavos, oprimidos ni opresores, sino un abstracto «todos» (que
deben «trabajar juntos por el bien de todos», ¡Eureka!), y en las que tolerancia
significa neutralidad.
Pero no
se puede luchar por nada ni defender a nadie siendo neutral. Siendo neutral
solo se puede neutralizar. Ignorar los antagonismos reales en un discurso en el
que caben todos. Y en el que cabe todo. Excepto la verdad.
Pero la
verdad no es multitudinaria, no suele desatar aplausos y no es simpática.
Mientras que este es un papa simpático, «de los perros», canchero, progre. Hay
una extraña adoración universal por este papa que no ha hecho nada salvo montar
una estupenda puesta en escena para refrescar la dañada imagen de la Iglesia
con campechanía y mateadas y chistes y supuestas «audacias» (como decir «a los
jóvenes» que «hagan lío»), «audacias» que son tales más en la facha que en el
(vago, delicuescente, amorfo) sentido. Que pasa por innovador porque dice cosas
como: «No teman dejar todo en la cancha, jueguen limpio, no coimeen al referí»,
etcétera, construcciones lingüísticas que sugieren, como forma (el contenido es
viejísimo ‒son puros tópicos, de hecho‒) valores tan imprecisos como cotizados,
del tipo de la «autenticidad» y la «apertura». Y que son parte del «estilo»
personal con que Bergoglio adula la vanidad de la masa reflejando su imagen,
sin distancias imponentes, en sí mismo, y con el que parece decir a cada seducido
miembro de la mayoría: «Tenemos la misma onda; ergo, vos también sos genial», mientras se toman un mate. Publicita
su doctrina ‒«Soy bueno, mi Iglesia es buena»‒ con el «vos a vos» y tácticamente
abdica de la ostentación de un poder que sabe debilitado. Como sabe que, si no
juega bien sus cartas, el edificio se cae. Grande, pa(pa). Papa rocks. Narcisismo
de rebaño derretido por la caricia de un pastor con piel ‒o sotana animal
print‒ de borrego. Más aún que las clases populares, el pasado «finde» la clase
media progre habrá sentido que pasó tres días de amor y paz en Vati-Woodstock,
el Woodstock vaticano: «El feeling de Pancho con Py rezando en guaraní, no sé
cómo te explico, ar», «Me siento bendecidx», #TeBancoPancho...
Pero
además de ser hashtag y post en mil exhibiciones engreídas y autocomplacientes,
a Pancho se le atribuyen ideas nuevas. ¿Cuáles? En la Rerum Novarum, escrita en 1891 por León XIII, ya está Francisco.
Los que lo llaman reformador deberían leerla. Se lo toma por luchador social.
¿Cómo? «Los comunistas nos han robado la bandera de los pobres. La bandera de
los pobres es cristiana», dice en una entrevista en Il Messaggero del 29 de junio del 2014. ¿Necesito decir por qué
esta frase es miserable? Gentes con preocupaciones sociales y voceros de
reivindicaciones populares culpan al gobierno de la notoria ignorancia papal de
la situación paraguaya. ¿En serio creen que para conocerla se necesita al
gobierno? ¿Qué si se sintiera tan «afectivamente ligado» a este país la ignoraría?
¿No ven que no dice nada concreto sobre Paraguay porque jamás, ni oralmente ni
por escrito, ni en Paraguay ni en Kryptón, ha dicho nada concreto sobre nada?
No, no lo ven. Están demasiado ocupados disfrutando de «pertenecer» a la grey y
demasiado borrachos de narcisismo masivo. No, claro que no lo ven. Y eso ya no
es culpa del papa.
Ratzinger
era ingenuo y no lo hizo bien, pero el último cónclave no pudo elegir mejor. Y
es un papa latinoamericano, como la mayoría de los fieles; este es ahora el «target»,
«target» que pide un papa que renueve la gastada imagen de su Iglesia. Ojo: la
imagen. En unas declaraciones que circulan en internet, señala el malpensante e
irascible escritor, cineasta y premio Rómulo Gallegos de novela colombiano Fernando
Vallejo: «[Bergoglio] ironizó: “¡Es mejor no tener hijos! ¡Es mejor! Así puedes
ir de vacaciones a conocer el mundo, puedes tener una casa en el campo, estás
tranquilo. Pero quizá sea mejor tener un perrito, dos gatos y el amor va a los
gatos y al perrito […]”. ¿Qué carajos tiene Bergoglio contra los gatos y los
perros y contra quienes viven solos o sin hijos, con pericos o con peces, si
él, por elección de una doctrina y un dios de ficción (eso sí, muy poderosos),
ha decidido vestir semejante a la mujer y ser estéril?».
Por otra
parte, en una entrevista al papa en El
País del 29 de julio del 2013, leo:
«P. Usted
no ha hablado todavía sobre el aborto ni sobre el matrimonio entre personas del
mismo sexo. […] ¿Por qué no ha hablado sobre eso?
R. La
Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver
sobre eso, como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre
las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso,
sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además, los jóvenes
saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.
P. ¿Pero
cuál es su postura en esos temas?
R. La de
la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.
P. Cuando
se ha reunido con los jóvenes argentinos, les ha dicho que a veces se siente
enjaulado. ¿A qué se refería exactamente?
R. ¿Usted
sabe la de veces que he tenido ganas de pasear por las calles de Roma? Porque a
mí me gusta andar por las calles…»
Y la
entrevista sigue, con el papa tirando onda, rompiendo el protocolo y haciendo
chistes. Después de haber puesto «eso» (la homosexualidad, el aborto, el matrimonio
gay) en el mismo plano que «la estafa, la mentira» y «otras cosas sobre las
cuales la Iglesia tiene una doctrina clara». Bergoglio ha venido a un país que
acaba de ser noticia internacional por el terrible caso de una pequeña niña de
diez años, violada, a la que se ha impedido interrumpir su embarazo. A los
organismos internacionales que intentaron defenderla, monseñor Valenzuela
–nombrado arzobispo por Bergoglio, el papa pop‒ los acusó de inmiscuirse con
«los valores esenciales» de Paraguay; Antonio Barrios, ministro de Salud, se
escudó en la religión para dar por cerrado el caso. ¿También de esto dirán que no
se ha enterado el papa? ¿Hasta dónde pueden llegar mintiéndose y mintiendo? Monseñor
Valenzuela sigue al papa, que en el 2013 profirió que «cada niño condenado al
aborto tiene el rostro de Jesús». Después de la bofetada a la pequeña, que
mancha y avergüenza a la sociedad paraguaya ante el mundo entero, repite el
papa el viejo canto de Hitler a las matronas germanas, la serenata de Franco a
la mujer española, «esposa y madre», etcétera, etcétera («la mujer paraguaya es
heroica, blablablá»): otro halago a la vanidad del rebaño. Otra mentira. Otra
trampa.
En la que
caen los que se lo merecen.
"I may be young at heart
But I know what I'm saying
Papa don't preach..."
miércoles, 10 de junio de 2015
REPLICANTES
«Et j’ai vu quelquefois ce que l’homme a cru voir! J’ai vu le soleil bas, taché d’horreurs mystiques…»
MORBO
Cree que tiene tan solo un ligero hilo de vida que se romperá y lo dejará inerte y vacío en cuanto logre limpiarse al fin todas esas ínfimas, condenadas, pringosas gotas de sangre que le salpicaron las manos cuando estalló el cráneo de su compañera de juegos y de juergas, pero cuando haya vivido otras mil veces descubrirá que hay manchas que no se limpian.
Sus manos seguirán manchadas y sangrantes, y sus ojos también. Y en su mente seguirán sonando unos versitos tontos, bailables, triviales, con el ritmo y la melodía baratos de la canción que sonaba como fondo la noche de la muerte en aquel bar mejicano.
Con una sonrisa yerta, divertida, sin sentido, deambula por las calles ruidosas, desoladoras del extinto, embrutecido, fallido planeta Tierra mientras tararea o masculla o mastica esa gastada cancioncita suya, alegre, vulgar, triste, banal. Sí, parece que se ha vuelto un viejo disco rayado ambulante, que ya no es más que un maldito disco rayado que no se apaga con nada:
Una noche, en un bar de Méjico,
para jugar a «Guillermo Tell»,
algo puso sobre su cabeza
la encantadora Joan Vollmer,
y William Burroughs, con presteza,
le disparó y no la volvió a ver
¡Pum! Y no la volvió a ver
¡Pum! Y no la volvió a ver…
Un solo minuto es más precioso que toda la eternidad cuando sabes que estás condenado; sí, es mucho más precioso que toda la eternidad. Un segundo robado a la muerte es el cielo, y casi siempre es también el infierno, pero el infierno no importa, porque nada importa cuando una inhalación más de aire vale por el universo y un latido más de la sangre puede ser el infinito.
Y estallará en sus ojos la ginebra
Oso Negro al amanecer
Oso Negro al amanecer
¡Pum! Oso Negro al amanecer
¡Pum! Oso Negro al amanecer…
Oso Negro al amanecer
Oso Negro al amanecer
¡Pum! Oso Negro al amanecer
¡Pum! Oso Negro al amanecer…
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EL MISTERIO DE LOS SÍMBOLOS
Una lectura personal, quizás un tanto atrevida, del concepto de «arquetipo del inconsciente colectivo», del autor suizo Carl Jung, permite llevar determinadas tesis de este pensador al ámbito, en principio ajeno a él, del análisis iconográfico de las obras de arte: EL MISTERIO DE LOS SÍMBOLOS.
A BEAUTIFUL CHILD
El primero de junio de 1926, desnuda y sola –tal como pasaría, en el fondo, su vida entera, y tal como la encontraría en su cama, treinta y seis años más tarde, la muerte–, nació la mujer más deseada y la más solitaria de todas las mujeres; en este mes de junio, su mes, la literatura la recuerda en el Suplemento Cultural: FELIZ CUMPLE, MM
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LOS INSEPULTABLES
LOS
INSEPULTABLES
Los insepultables
Los
benditos
Los que
no tienen para el ataúd
Los que
adecenta el barrio o la parroquia
Los que
no se rindieron
Los sin
nombre
Los sin
memoria
Los sin
epitafio
Los
verdaderamente testarudos
Para ellos
los trajes de la beneficencia
con los
que, principescos en tiempo, yacerán
Para
ellos por fin un espacio vacío
La
línea sin sus nombres
debidamente
en blanco
Para
ellos la paz sin despedidas
lágrimas
ni lamentos
Para
ellos la tarde embaucadora
del
póstumo paseo
por esta
vez sin hambre ni fatiga
Modestamente
dolorosamente se despiden
los
gatos los tejados
las
nubes las persianas
Los
perros de los barrios
con
dolor se despiden a su paso
por
ellos, los benditos
Las
baldosas
calladamente
dolorosamente
los
sienten irse en esta
su
expeditiva marcha
Ya se
van para siempre los benditos
Yertos
firmes
Insobornables
pálidos
Al fin
visibles
solo
por esta vez
Para
ellos el saludo sin recato
en este
solo día
Para
ellos la mirada sin recelo
por esta
vez tan solo
Para
ellos las horas de la tarde plebeya
Para
ellos las sobras en el banquete fúnebre
Que a
su paso los reyes se avergüencen
Se
humillen y se inclinen los reyes a su paso
Por los
benditos
Los insepultables
Los que
no tienen para el ataúd
Por
última y primera vez ligeros
Por
última y primera vez dichosos
Aunque la
ropa no sea de su medida
Aunque los
zapatos que les pusieron estén rotos
Montserrat Álvarez
Asunción, jueves 11 de julio de 2013
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poesía del siglo xxi
MI AMIGO DAHMER, EL CARNICERO DE MILWAUKEE
La figura enigmática y siniestra del asesino en serie ha capturado el interés de la filosofía y la moral, las ciencias de la psique y de la conducta, la neurología, la biología y las neurociencias, e inspirado las más diversas expresiones del arte y de la cultura moderna y contemporánea: el cine, la literatura, el teatro, las artes visuales, el cómic seducen la imaginación con sus peripecias desde los días de Jack el Destripador y su nebuloso Londres victoriano hasta los de Hannibal Lecter y las calles del Baltimore contemporáneo.
Tal vez sea por lo irreversible de su violación de barreras que conciernen a los sentimientos y a los instintos y que no se cruzan más por miedo al efecto disolvente de cruzarlas, más por miedo a la pérdida de las propias facciones en el espejo, que por miedo al castigo: más por miedo a uno mismo que a la sociedad, más por miedo a perderse uno de vista bajo la forma enajenada del monstruo y ser para siempre un Otro, que por miedo a los otros.
Recientemente nominada al premio al mejor cómic extranjero en el Salón del Cómic de Barcelona 2015, la novela gráfica Mi amigo Dahmer (Astiberri, 2014), de Derf Backderf (Ohio, 1959), trata de la pubertad de un amiguete suyo del colegio.
El autor, Backderf, vivía cerca de la casa de Jeffrey Dahmer; iba a clases con él y eran vecinos del barrio en Richmond, cuando él ignoraba que, de adulto, sería uno de los autores de cómic más interesantes de la actualidad y un novelista gráfico candidato a dos Eisner.
Y antes de que Jeff se volviera famoso, enormemente famoso: MI AMIGO DAHMER, el «Carnicero de Milwaukee»
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