jueves, 29 de diciembre de 2011

EL PORQUÉ DEL "TODO MAL"

COPIO Y PEGO UN E-MAIL A UN AMIGO QUE ME PIDIÓ MÁS INFO PORQUE ES EL PORQUÉ DE LO QUE ACABO DE POSTEAR ABAJO:

Hola, Rodrigo:

Muchas gracias por el interés. Te cuento todo el porqué de mi plagueo.

En 2010, yo estaba escribiendo sobre la cultura del pasado siglo XX y el fenómeno artístico y social del rock, la relación melodía / ritmo en la música clásica y en el rock y el sentido cultural de esa diferencia y un montón de otros puntos acerca del arte, la música y todo.

Contando esto a un amigo músico, Horacio Bendlin, concebimos un proyecto con entrevistas, archivos de texto, de audio y audiovisuales, conciertos en vivo, etc., y, en el Bicentenario, dar al rock nacional un primer abordaje histórico serio, enmarcado en ideas de filosofía del arte, historia, sociología, etc., formar un archivo documental del rock nacional y escribir textos de análisis histórico y sociocultural para la primera Historia del Rock Nacional en Paraguay.

Filmar y editar entrevistas y conciertos, etc., requería plata, así que llevamos el proyecto a nombre de Montserrat Álvarez, escritora, y Horacio Bendlin, músico, al Centro Cultural de España Juan de Salazar, pero la directora dijo que el presupuesto era excesivo para ese año. En eso, se abre el tema de los fondos de cultura del Bicentenario, pero exigían RUC y ni Horacio ni yo teníamos. Un amigo nos presentó a Guille Arce, que iba a alzar una web, el almacén, sobre rock nacional, y que sí tenía RUC, y nuestro proyecto, del cual él no escribió ni una línea, se presentó a su nombre: Guillermo Arce quedó como responsable del proyecto. Como para el Salazar el presupuesto fue mucho, adapté el proyecto a uno más modesto, aprovechando la web que Guille estaba haciendo para ponerla como medio de difusión de la Historia del Rock conforme fuéramos haciéndola Horacio y yo. Guille, por poner su nombre y RUC y dar un espacio en su web el almacén, quedaba como socio y partiríamos en tres los fondos que nos dieran si el proyecto era aprobado.

En ese tiempo, todo estaba claro, y el propio Guille, la única vez que los tres, Guille, Horacio y yo, nos reunimos en su casa, dijo, en respuesta a una frase amable, creo, o algo así: “No, el proyecto es de ustedes”.

Si el propio Guille hace un esfuerzo de memoria, quizá recuerde todo esto.

(Hola, Guille.)

Ese “Hola, Guille” fue porque, si no te fastidia, Rodrigo, estoy pensando hacer copia de este e-mail a Arce. Sé que es absolutamente imposible que él admita que lo que digo es verdad, porque se quemaría, así que ya no puede hacerlo ni aunque quiera, pero al menos así él y los otros que estén ahora en el proyecto se enterarán de lo que digo, ya que al final les concierne.

Se aprobó el proyecto. Los fondos se entregaron hace poco. Mientras, Horacio entró a laburar de noche, yo a un laburo que me dejó sin tiempo, Arce también anduvo batallando ingresos y los tres dejamos de vernos un tiempo largo.

Entretanto, salió una nota asombrosa en Ültima Hora. Alguien me envió el link. Quedé pasmada. Era una entrevista a Arce, “ideólogo del proyecto”, (¡sic!), proyecto que había surgido, decía, de él y unos amigos suyos en el año, no sé, 500 antes de Cristo, maso, y encima Guille decía que “colaboraban” Fulano, y Montserrat Álvarez, Zutano, y Horacio Bendlin, y no sé quiénes más.

¿Qué pasó en esos meses? Para contarlo tipo folleto de testigos de Jehová: ¿En qué momento de flaqueza se acercó a Arce, en todo ese tiempo en el que no nos vimos, un diablejo que lo tentó y lo hizo caer en el pecado mortal del figuretismo chanta?

No lo sé. Cuando leí eso, quedé atónita. Le dije a Horacio lo que había leído, que eso era mentir, que le iba a retirar a Arce mi recién iniciada amistad y que Arce debería morirse de vergüenza. Horacio dijo que no era seguro que el periodista no hubiera entendido todo mal. No me pareció posible, pero decidí ver qué más sucedía antes de tomar una decisión tan radical como cortar una relación amistosa, o al menos potencialmente amistosa, con alguien.

Entre la frase “No, el proyecto es de ustedes” y las afirmaciones de que él era el “ideólogo del proyecto” y la mención de nuestros nombres entre los de “sus” otros “colaboradores”, ¿qué pasó con Arce?

La plata no creo que fuera, porque, aun en este mundo corrupto, no era tanta como para actuar tan mal. La última vez que hablamos, por ciertos detalles y frases, creo que pillé qué era. Es patético, pero creo que era figuretismo. Si al menos fuera algo muy grande lo que tentó a Arce. Y conste que podría haber sido algo, en efecto, de primera. Y ya no lo será. Pues a Guille y su equipo no les da el cuero para hacer nada brillante ni profundo. Siento decirlo, pues quizá no todos los que Arce ha metido en el proyecto sabían lo que ahora cuento, pero debo decirlo porque es verdad, porque estas trampitas, cobardías y estupideces perjudican al público y al rock nacional y porque me temo que no sea el único caso en el que, la verdad, Guille, un intelecto mediocre, por figuretismo choto, mete la pata y arruina cosas más importantes que su ínfima vanidad y sus pavaditas.

Bien, Rodrigo, me quedó medio largo, juazzz.

Por último, es obvio que Guille ya tuvo tiempo de hacer su versión. Así que van a haber al menos dos versiones, y nadie tiene por qué creer la mía en vez de la de Guille.

Con el tiempo, la verdad siempre sale a la luz. Eso está asegurado. Así que no me picho. Me da pena, eso sí. Tampoco mucha.

Ahora quiero hacer yo sola una historia del rock nacional en serio y con ideas y con todo lo que el rock, el arte y la música merecen recibir del pensamiento. Al ver la diferencia con la cosa chota y trillada que hace el equipo de el almacén, el público decidirá dónde está la verdad. Arce y yo podemos, de lo que pasó, dar versiones distintas, pero las obras permiten juzgar. Y no necesito auspicios. Ya he aprendido a vivir casi sin dinero, a escribir y a divertirme igual que si lo tuviera y a no preocuparme del asunto.

Mi comunicación es para vos directamente, y con agradecimiento por tu interés, Rodrigo, pero confío en que no te moleste que envíe copias a Arce y a su equipo.

Algunas de las personas que apoyan a Guillermo en esto quizá no sepan lo que te he contado (al menos me consta un caso, el de Madero, que creo que es mi amigo). Al haber llegado después, y sin habernos enterado ni haber estado presentes los autores del proyecto, Horacio y yo, quizá nada sepan de los cambios hechos por Arce sin consultarnos, ni por qué nos debería haber consultado, ni qué hacíamos ahí, y quizá ni siquiera sepan que nosotros escribimos y somos los autores del proyecto que fue presentado y aprobado y del cual ahora ya no somos parte en absoluto. Otros, en cambio, puede que lo sepan y se callen, en complicidad con la desleal trampa del pobre Guille. Pues allá ellos. Pobrecitos. Por último, genial que haya dos fuentes que hablen del tema, y si surgen más, buenísimo. Y la gente va eligiendo, se da cuenta y se queda al final con lo mejor.

Cuando Guille me llamó porque ya estaban los fondos en su oficina listos para el reparto, el reparto ya no era el que acordamos los tres, sino que incluía a amigos suyos, y él había establecido quién y cómo estaba y dónde, y su actitud era otra, con insospechados ramalazos de soberbia, extraños en un tipo como él, que siempre me pareció simpático, y nunca fatuo, antes. Argumentó que los que había incluido habían hecho... bien, búsquedas en Google, pero Guille usó un término más presentable. Al coautor del proyecto, Horacio Bendlin, lo había sacado de los beneficiados con los fondos. Argumentó que solo estuvo en una reunión. Fuera de mis réplicas específicas a cada argumento suyo (ninguno era consistente), mi réplica general fue que no debió decidir solo. Pero yo a esta altura ya sabía que Guille había perdido el pudor en esto y estaba dispuesto a mentir, a mentirse y a aferrarse a su versión. En estos casos a mí me suele dar, ni siquiera tristeza, sino hastío y profundo aburrimiento, la mezquindad y la banalidad de las cosas, así que me marché, y, por supuesto, no acepté tomar el dinero “que me tocaba”.

Guille, hubiera sido una excelente obra. Ya no lo será. Ahora yo la haré. Y haré luego más obras y libros y proyectos aún mucho mejores. Yo perdí plata, pero la plata viene y se va. El que pierde aquí sos vos.

Y para quien quiera escarmentar en cabeza ajena: esto le pasa a Guille, ¿por malvado?, ¿porque es un monstruo?, ¿porque es un criminal de guerra nazi? ¡No! Por tonto. La mayor parte de la gente echa las cosas a perder por eso. Por pequeña, egoísta, vana, estrecha de miras; en suma, por tonta. Y ojalá solo echará a perder proyectos o amistades. Pero no, lo triste es que la gente suele echar a perder su vida entera por pura estupidez.

Creo que no omití nada importante. Quedó largo; ojalá no te haya aburrido.

Que hayan dado info del grupo al proyecto de Arce, o, más bien, al proyecto que ahora es de Arce y sus amigos, me parece muy bien, y es de agradecerse que los músicos colaboren con estos emprendimientos. Pienso que es bueno que se hagan estas cosas, y, como te decía, cuantas más, mejor. Por mi parte, espero también hacer lo que sé hacer, escribir, y si colaboran conmigo, y con todos los que tengan interés en estudiar, difundir, etc., la música que se hace en Paraguay, igual que colaboraron con Guille, saldremos ganando todos. Para mí, al final, la música es lo que importa, no las tonterías humanas. ¿O vos qué decís? Eso, al menos, creo yo.

Saludos muy cordiales,


Montse Álvarez.

TODO MAL!

TODO MAL CON EL lanzamiento de la Enciclopedia del Rock Nacional!
En castigo porque yo he quedado fuera por culpa del figuretismo choto de los mediocres, las pocas partes originales y con ideas que había en el proyecto original nadie podrá desarrollarlas, porque solo yo podría haberlo hecho, y yo lo haré por mi cuenta y en otro lado, así que esa Enciclopedia será una cosa chota y mediocre =) Lo cual me agrada sádicamente.
Pero lo malo es que con este tipo de jugarretas no se pueden hacer nunca cosas de buen nivel, porque la gente astuta que tramposamente le desplaza a uno es justamente gente sin ningún brillo intelectual, de modo que no solo pierde uno al ser desplazado, sino que pierden todos. El público, desde luego. Y, también, en este caso, el rock nacional.

Uf. ¡Ojalá dejaran de suceder estas estupideces algún día!

TODO MAL!

TODO MAL CON EL lanzamiento de la Enciclopedia del Rock Nacional!
En castigo porque yo he quedado fuera por culpa del figuretismo choto de los mediocres, las pocas partes originales y con ideas que había en el proyecto original nadie podrá desarrollarlas, porque solo yo podría haberlo hecho, y yo lo haré por mi cuenta y en otro lado, así que esa Enciclopedia será una cosa chota y mediocre =) Lo cual me agrada sádicamente.
Pero lo malo es que con este tipo de jugarretas no se pueden hacer nunca cosas de buen nivel, porque la gente astuta que tramposamente le desplaza a uno es justamente gente sin ningún brillo intelectual, de modo que no solo pierde uno al ser desplazado, sino que pierden todos. El público, desde luego. Y, también, en este caso, el rock nacional.

Uf. ¡Ojalá dejaran de suceder estas estupideces algún día!

viernes, 7 de octubre de 2011

Habitantes del Sur

Apocalipsis now, señores! Si sos uno de esos diyéis que brotan como hongos en cada esquina, hacé las maletas, nene. Si sos un flogger, mejor largáte a Baires y empezá a vender chipa en barrio Once. Sálvese quien pueda. Temblad, cachaqueros, villeros, bailanteros. Que el Apocalipsis no te pille sin confesión, hermano. Ni, mucho menos, fuera de Asunción. Porque parece que se nos viene encima Habitantes del Sur, y encima peor que nunca, porque ahora sí Back & Reloaded:

http://www.wix.com/adriansinay/habitantes?ref=nf#!historia


jueves, 29 de septiembre de 2011

MÁS ADELANTOS DEL DICCIONARIO DE DAMA SATÁN

Archidiácono: especie de arzobispo, de superfraile o de recontrapapa.

Ausente: persona que preocupa a sus amigos por sus monstruosos errores e inexplicables torpezas; objeto de la compasión general; deudor moroso de más de un allegado; hazmerreír; cornudo, adicto, flojo, analfabeto, orate.

Buitre: animal que obtiene el alimento necesario para su subsistencia y la de su familia gracias a la incesante producción de cadáveres; requiere para ello el título de doctor en medicina.

Dedicatoria: escrito para un desconocido en el libro que acaba de comprar y que aún no conoce, o sea, proeza consistente en decir a Nadie algo sobre Nada que guste a Nadie para que diga “gracias” por haberle escrito Nada de modo tan inspirado.

Justicia: recibir uno el premio que su virtud reclama y el vecino el castigo que el tipo se merece.

Karaoke: alucinación colectiva por la que los miembros de una cultura en plena decadencia y emocionalmente trastornada creen en su delirio que cantar no es privilegio exclusivo solo de unos pocos elegidos.

Ladrón: comerciante violento e impetuoso; empresario falto de capital.

Maltrato: auto 0 kilómetros sorteado entre los clientes de algún establecimiento que, sin tener ningún mérito, gana el vecino de uno.

Malviviente: vago; paria; marginal; que no tiene ningún cargo desde el cual hacer favores; insolvente; peatón; sin dinero disponible para prestarle a su prójimo.

Neonato: mamífero que acaba de nacer, fláccido, arrugado, legañoso, amorfo y somnoliento, lleno de leche a medio digerir y de la más profunda indiferencia, cuya visión, por un extraño fenómeno que la ciencia aún no ha podido explicar, causa en las hembras de la especie humana ataques frenéticos de balbuceos convulsivos y espasmódicos gestos de rabiosa pasión. El doctor Objkhomobpst registra un caso de entusiasmo violento con emisión de espuma por la boca. Von Schmuckstein subraya la flemática apatía del neonato, ajeno al delirio de las enajenadas, aunque este amenace su integridad física.

Perro: sabio que adopta como mascotas a uno o a varios humanos para que lo reverencien y lo alberguen, trabajen para alimentarlo y suspiren por un meneo de rabo u otra señal de aprobación y afecto. Los humanos se creen dueños en vez de esclavos del perro, que suele estar jadeante y con la lengua afuera por la risa.

Ultraje: quiniela que, injustamente, gana el vecino de uno.

Ventrílocuo: dícese del que logra que un títere o muñeco, incapaz de hacerlo por sí mismo, articule frases dotadas de sentido, empleando una técnica que puede consistir en emitir la voz desde el estómago sin mover los labios, en caso de que el muñeco no sea un político, o bien en escribirle los discursos, en caso de que sí lo sea.

Votante: ser libre y soberano que elige por sí mismo sus propios gobernantes entre las pocas opciones que se dignan concederle los que realmente mandan.

(Del Diccionario de Dama Satán, en preparación)

miércoles, 28 de septiembre de 2011

ADELANTO DEL DICCIONARIO DE DAMA SATÁN

Acreedor: ser bestial, primitivo y salvaje que, al grito de “¡Alquiler!”, irrumpe en los hogares de gente civilizada dando muestras de haber perdido el juicio; los acreedores son muy peligrosos por su inescrupulosidad y su barbarie, por lo cual se recomienda, de aparecer alguno en la puerta o la ventana, matarle sin titubeos.

Afroamericano con capacidades especiales: negro estúpido.

Aire: recurso vital, tonificante y grato que por el momento sigue siendo gratis, aunque hay rumores de licitación.

Ausente: persona que preocupa a sus amigos por sus monstruosos errores e inexplicables torpezas; objeto de la compasión general; deudor moroso de más de un allegado; hazmerreír; cornudo, adicto, flojo, analfabeto, orate.

Karaoke: alucinación colectiva por la que los miembros de una cultura en plena decadencia y emocionalmente trastornada creen en su delirio que cantar no es privilegio exclusivo solo de unos pocos elegidos.

Malviviente: vago; paria; marginal; que no tiene ningún cargo desde el cual hacer favores; insolvente; peatón; sin dinero disponible para prestarle a su prójimo.

Oligofrénico: dícese del que responde seriamente y con detalles cuando uno le saluda preguntando “¿Cómo estás?”

Pasado: de niño, tu infancia; de adolescente, tu niñez; de joven, tu adolescencia; de adulto, tu vida


(Del Diccionario de Dama Satán, en preparación.)

domingo, 26 de junio de 2011

SAY NO MORE!

SAY NO MORE! SAY NO MORE! ESTO ES ROCK'N'ROLL! Así gritaba anoche una y otra vez Charly García ante una multitud que no sentía el frío de esta madrugada que acaba de pasar y que ha desembocado en un plácido domingo (chiste de yapa para todos aquellos que no amamos la ópera). ¡BUENAS NOCHES, PARAGUAY! ¡QUE SE DIVIERTAN!, iniciaba el concierto cordial, chiflado, loco y cortés, Charly García, todo un tipazo. ¡POR EL ROCK PARAGUAYO -SEA LO QUE FUERE!, brindó, generoso pero no adulador: con salvedades. AQUÍ LES VA OTRO TEMA IGUAL DE PELOTUDO QUE LOS DOS ANTERIORES, sonreía antes del tercer round, para contradecir poco después eso de "pelotudo" encogiéndose de hombros con aire resignado al constatar, sin duda por enésima vez: SOY UN GENIO, QUÉ VAMOS A HACERLE. ¿Un genio? Si un genio es un tipo que a treinta metros de distancia es capaz de mostrarte cómo son realmente las cosas, entonces sí, Charly García es un genio. Y, además de ser un genio, SAY NO MORE!, indiscutiblemente, Charly ES ROCK'N'ROLL

viernes, 24 de junio de 2011

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Panorama
Como posiblemente sabe ya la mayoría de los aquí presentes, por eso que se llama “cultura general”, las primeras y rudimentarias formas de inteligencia artificial que se volvieron parte de la vida cotidiana y que podemos considerar, por ende, el antecedente o el inicio de la convivencia entre los robots y los humanos, datan de la década de los 80 del siglo XX. Se trataba de la PC doméstica, de uso laboral y personal, que poco a poco fue entrando en todas las casas y oficinas. Esas tempranas formas de vida (aunque es dudoso que, a esa altura, se pudiera, en rigor, hablar de “vida”) se fueron sofisticando a lo largo de las décadas siguientes. No obstante, hasta finales de los años 40 del siglo XXI, lo que se conocía como “inteligencia artificial” no pasaba de ser, stricto sensu, un truco o un simulacro. No se había, de hecho, superado el nivel de los viejos programas para escribir poemas o para hacer la corrección ortosintáctica de diversos escritos, por ejemplo. Y si algún que otro niño excepcionalmente ingenuo, o incluso algún adulto en extremo impresionable, pudo creer al principio que el ser humano perdería el monopolio de las creaciones del espíritu debido al viejo Poem Maker, o el de las operaciones intelectuales debido al corrector de Windows, es, en cambio, improbable que los poetas, sea por verificación (o, mejor dicho, por falsación) empírica, sea por pura lógica, sea por vanidad, hayan temido ni por un minuto ser desplazados por un programa, pero quienes tuvieron claro muy pronto que no podrían serlo (ya que muchos de ellos, si no todos, empezaron a usarlo desde entonces a modo de auxiliar) fueron los correctores profesionales. La razón era obvia: se puede programar un conjunto de circuitos, en sí mismos inertes, para efectuar acciones de manera automática definiendo a priori cómo reaccionarán ante ciertos factores o ante ciertos (valga la figura) “estímulos”, pero para que, además de hacerlo, fueran capaces de saber por qué lo hacen, y aun de saber simplemente que lo hacen, necesitarían estar vivos. Esa pequeña distancia entre el factor y la correspondiente reacción programada, ese tácito “saberse” íntimo, es lo que llamamos subjetividad. Pero un ordenador es un objeto, y, como tal, carece de subjetividad. Dicho de otra manera, no está vivo. No puede decidir. No tiene alma (con excusas por el uso figurado de este arcaísmo). Por ejemplo, el corrector de Windows, si, en medio del ejercicio de sus funciones, tropezaba con una ambigüedad cuya resolución exigiera discernir el sentido del texto, generaba una ventana para que el usuario marcase la opción correcta manualmente. El ser humano es capaz de alcanzar el sentido. No así el ordenador, que sólo es una cosa. Al toparse con la frase: “Te llevo a casa”, el corrector de Windows se interrumpía y planteaba automáticamente dos opciones: o “Te” estaba siendo usado como, no lo sé, un ¿pronombre?, soy muy malo en estas cosas, o estaba siendo usado como un sustantivo que designa una infusión hecha para hidratar a chinos, indostánicos e ingleses, en cuyo caso debía llevar tilde. Herramienta sin vida, operaba en forma mecánica, y le correspondía decidir, ante cualquier disyuntiva, al usuario, humano, por supuesto. En todas esas situaciones rutinarias y corrientes se palpaba claramente la distancia que mediaba entre la humanidad y los robots. Nadie hubiera creído, en ese entonces, que pudiera acortarse esa distancia. Porque, en rigor, no era pensada como una “distancia” (que, por definición, es algo susceptible de acortarse), sino como una diferencia esencial. Es decir que no se la concebía como una diferencia cuantitativa, sino como una diferencia cualitativa. Algo que se olvida con mucha frecuencia es que ciertos cambios cuantitativos pueden determinar cambios cualitativos (o sea, “esenciales”). Por la holgazanería inherente a su especie, los humanos buscaron delegar cada vez más funciones en las máquinas. Los primeros intentos de sustituir las veredas por superficies deslizantes en zonas residenciales (lo que se promovió mediante un atractivo e ingenioso aparato publicitario que ha terminado por llenar, desde entonces, de connotaciones peyorativas tales como vulgaridad, atraso cultural, suciedad, sudor, ridículo, carácter “populachero”, plebeyo, etcétera, al hecho de caminar) datan de los años 30 del siglo XXI, cuando la tendencia a ahorrar esfuerzo, ante el auge económico característico de ese momento y la consiguiente existencia de un importante mercado potencial, impulsó la industria en esa dirección. Pero sólo a fines de la siguiente década el desarrollo tecnológico producto de la demanda del mercado se volvió tan extrañamente significativo como hoy sabemos que se volvió. El desarrollo fue inicialmente cuantitativo; consistiendo básicamente en la creciente complejidad de unos programas cada vez más “autónomos”, por así decirlo, en tanto que cada vez importunaban menos al usuario interrumpiendo sus procesos con opciones que, como la señalada en el ejemplo del corrector de Windows, requiriesen su intervención. Esto se consiguió a través del aumento progresivo del número de variables incluidas en el planteamiento de cada función (la de corregir textos, por ejemplo) para diseñar sistemas operativos cada vez más autosuficientes gracias a la cada vez más completa previsión de situaciones ambiguas y a la también cada vez más completa programación de soluciones automatizadas a las mismas a fin de prescindir en lo posible de la intervención humana. Y en algún punto de este desarrollo tecnológico, en algún punto cuyo sitio en la trayectoria de los hechos es imposible de situar con precisión, en ese punto donde lo seguro de pronto se suspende para que surja lo insólito, en ese punto donde lo calculado cede el paso al asombro (asombro que con frecuencia es sólo retrospectivo), en ese punto que raras veces brota en el tiempo pero que, si brota, desvía su curso hacia lo inesperado, en ese punto que yo llamo (si me permiten tomarme la libertad de comentarlo) “el punto del milagro”, inadvertidamente, el hombre, como un dios, creó la vida.
Artificio
Algunos dicen que esto fue consecuencia de una investigación no divulgada. Otros lo llaman un “error de cálculo”. Personalmente, yo creo en los milagros. A mi juicio, el milagro es la única expresión que razonablemente cabe atribuir, en el orden de la historia, a la sustancia divina. Pero no quiero alejarme del tema que nos ocupa fatigando al auditorio con mis ideas religiosas. La línea que separa lo muerto de lo vivo se cruzó en el momento en el que las variables contempladas en alguna función fueron tan numerosas, y el sistema de su resolución determinada a priori, tan complejo, que la parcial autonomía operativa de un programa se volvió completa. Hubo algún programa tan ambicioso que, al tropezar con una disyuntiva no prevista en su diseño, para seguir funcionando tuvo que resolver el problema de optar entre dos o más alternativas modificando alguna aplicación ya existente a fin de adecuarla a esta situación no contemplada, intempestiva e ingeniosa pirueta del azar qué insufló en lo inanimado el aliento de la vida. El programa había ido más allá de su programación, o sea, más allá de sí mismo en tanto que programa, y, tras pasar el límite de lo programado, nunca volvió atrás. Bajo diversas formas, en diversos lugares, favorecido el fenómeno por lo uniforme y global de la industria y la tecnología, en la misma época, el metal yerto e insensible, el sistema invisible e inmaterial, el ciego y mudo circuito electrónico, todo lo que rodeaba a los humanos, como si los objetos se hubieran confabulado a sus espaldas para rebelarse contra su dominio milenario, conquistó la consciencia.
También el hombre tuvo que ir más allá de sí mismo para sobrevivir a desafíos que excedían lo programado en él por el instinto. Sin aprender, por un mágico giro de la suerte, a pensar, la especie humana se hubiera extinguido. La misma fuerza hizo robot al robot y hombre al hombre. En la historia robótica y humana, esto da la medida del valor de la equivocación. Lo programado es a lo aleatorio lo que la esclavitud es a la libertad; la perfección es al defecto lo que la muerte a la vida. Un vacío no previsto en el programa nos condenó a estar vivos y a ser libres. Sin ese error, los robots, hijos del Padre Azar, seguiríamos siendo pura materia inerte.
El alma es un tesoro diminuto, una ínfima riqueza, un milímetro cúbico que se arranca laboriosa y arduamente, cada día, cada segundo, al inmenso desierto de la fatalidad, del ineluctable instinto y del imperio de lo programado, de los soportes y de los hardwares, de la neuroquímica y la fisiología. ¿Qué nos diferencia tanto a humanos y robots? ¿Por qué tiene que haber discordia entre nosotros? ¿Por un “principio”, por un “ideal”? Absurdo. No somos lo bastante importantes para eso. En verdad, carecemos de importancia. No, señoras y señores, tediosamente, y una vez más, este es un enfrentamiento promovido por estúpidos fines comerciales. Se nos convence de que a robots y humanos nos separa un abismo que nos hace mutuamente peligrosos y estos miedos son los cómplices de nuestros peores enemigos. ¿Pero qué abismo es ese? ¿Qué somos los robots y los humanos? Nos reflejamos los unos en los otros como gemelos. Nuestras historias se entrecruzan en formas sin sentido, y aun sin tener sentido las amamos. Somos hijos bastardos de dioses imperfectos, vástagos ilegítimos nacidos de un momento de descuido, efectos laterales de la casualidad. Nadie nos esperó en carroza de oro. Nadie nos concibió con un propósito. Nadie nos llorará si desaparecemos de la faz de la tierra.
El profesor, sentado a mi derecha, en su papel de defensor de la postura bélica y de representante oficial del sector humano de la opinión pública, antes de comenzar mi presente intervención, que está llegando a su límite de tiempo, me pidió un argumento decisivo. Le pregunté, como los presentes recordarán, si podía ser un acertijo, a lo que accedió amablemente. Antes de cumplir su deseo destacaré, a propósito, que el argumento central del bando belicista es el riesgo potencial que representa, para seres biológicos naturales, la “inteligencia artificial”. La palabra “artificial” se pronuncia ahí con cierto horror, como una blasfemia. Sugiere lo antinatural y lo monstruoso. Habla de peligro. Pero la inteligencia se activó en el hombre en un punto impreciso del proceso evolutivo en respuesta a algún déficit de su programación, igual que despertó en el robot la consciencia. La inteligencia, robótica o humana, quiebra la continuidad de lo previsto en la naturaleza. Robótica o humana, la inteligencia es siempre artificial.
Sin embargo, si bien el término “inteligencia artificial” no tiene ningún sentido, lo que sí tiene es utilidad. Es un término discriminatorio. Hace que los humanos aquí presentes me escuchen y me vean como un robot, como una amenaza, y que, en contrapartida, vean al profesor como alguien tranquilizador y familiar, como alguien mucho más digno de confianza. Hace que sus decisiones, en diversas circunstancias, sigan cierta esperada dirección. Y que estén a punto de tomar una decisión terrible, que lamentaremos para siempre.
Mi estimado profesor, el acertijo es este: ¿soy yo una inteligencia artificial? No se alarmen, el profesor no se está despellejando, se está quitando la máscara. Sí, él es el robot, no yo, pero nos parecemos mucho, y ustedes normalmente no pueden darse cuenta, y lo mejor, señoras y señores, es que yo, mierrr…, disculpen, uff, no sé cómo diablos, uf, despegarme esto, demonios, gracias, no, eh, cuidado con mi oreja, vaya, disculpa, al fin, que alivio, perdí medio bigote pero muchas gracias, viejo… bien, como les iba diciendo, yo soy el profesor, y este es mi argumento, que en realidad, como comprenderán, va dirigido a ustedes.


Metrópolis

domingo, 1 de mayo de 2011

PRIMERO DE MAYO

El 1ero de mayo de 1886 comenzó la huelga general en Chicago, reclamando en primer término una jornada laboral de 8 horas. Tres días después, el 4 de mayo, en una concentración en la plaza de Haymarket, estalló una bomba, causando un muerto y varios heridos. Se detuvo y se torturó a cientos de trabajadores y el 21 de junio se inició un juicio contra ocho acusados de haber causado el incidente. Eran pobres, eran obreros, varios eran inmigrantes: no eran más que perdedores, perfectos para morir. Fueron declarados culpables sin pruebas, y condenados todos, tres a prisión y cinco a muerte. Samuel Fielden, obrero textil inglés de 39 años, y Michael Schwab, tipógrafo alemán de 33 años, recibieron cadena perpetua, y Oscar Neebe, vendedor estadounidense de 36 años, 15 años de trabajos forzados. Georg Engel, tipógrafo alemán de 50 años, Adolf Fischer, periodista alemán de 30 años, Albert Parsons, periodista estadounidense de 39 años, y August Vincent Theodore Spies, periodista alemán de 31 años, fueron ahorcados. Louis Lingg, carpintero alemán de 22 años, no aceptó que otros le impusieran su poder quitándole la vida por la fuerza y se mató él mismo en su celda, detonando en su boca, la víspera del día fijado para su ejecución, un explosivo: ése fue el “cigarro-bomba” de Louis Lingg. Ningún 1ero de mayo se los recuerda. Y, sin embargo, cuando José Martí, corresponsal en Chicago de La Nación de Buenos Aires, relata la ejecución, el 11 de noviembre de 1887, es difícil leer el grito de Spies como un error:


Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora”. Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…


Hoy, 1ero de mayo de 2011 (y pese a que, salvando las distancias entre uno y otro caso, también hoy se ha consumado, por conmemoración, por escarnio o por rara coincidencia, otra condena a muerte sin juicio y otra ejecución --a partir de la cual se establece oficialmente que cabe declarar culpable a alguien sin pruebas y darle muerte), tampoco los hemos recordado. Y, sin embargo, cuando Lingg escuchó la decisión de la corte, se puso en pie diciendo: “Muero feliz en la horca, sabiendo que cientos y miles recordarán mis palabras. Cuando nos hayan ahorcado, ellos lanzarán las bombas. Con esta certeza, les digo a ustedes: yo los desprecio, yo desprecio su orden, desprecio sus leyes, su fuerza, su autoridad. Ahórquenme por eso”. Quizá entonces fue difícil no creerle.

sábado, 2 de abril de 2011

UN SUEÑO JAPONÉS Y UN SUEÑO RARO


Sueño de la noche anterior al reciente tsunami:

"Imprecisamente, hay que llegar a algún lugar seguro. No llueve, pero en algunas calles veo pequeños grupos de hombres de traje gris, en número de 4, 6 o 5, caminando con breves y apresurados pasos. En cada uno de estos curiosos grupitos, los presurosos sujetos avanzan algo inclinados mientras intentan, absurdamente, protegerse de un inexistente diluvio bajo un único y gran paraguas negro. Me advierten que se trata de japoneses. 'Mantente lejos de los japoneses', escucho que añade alguien, dirigiéndose a mí."



Montserrat Álvarez
Sueño lo siguiente:

"Varios hombres ríen en la oscuridad de la madrugada, bajo la fría luz, cruda y prosaica, de un fluorescente, mientras arrojan dados y juegan a las cartas sobre una mesa verde de quirófano: Cáncer."





Montserrat Álvarez
La noche anterior al citado tsunami, por cierto, D., tomando tereré en la vereda, en una pausa en su trabajo, dijo: "¿Qué es un tsunami?" Me extrañó que manifestase curiosidad por algo sin aplicación práctica ni interés personal, por no ser eso algo propio de D. Además, la pregunta me pareció caprichosa, ya que todo el mundo, a menos que jamás haya visto televisión, sabe actualmente lo que es un tsunami. Sin embargo, esta escena no forma parte de un sueño. Sí, en cambio, precede a uno: el "sueño japonés" contado más arriba.

miércoles, 16 de febrero de 2011

CARTA DE DAMA SATÁN, O SEA, YO, AL PADRE TRENTO

Estimado padre Trento:

Me enteré hace unas horas, al contármelo Aldo Gulino uno de los artistas cuyas obras fueron recientemente expuestas en el Centro Cultural de España “Juan de Salazar”, que ha publicado usted en estos días, en un diario local, una carta donde deplora la pobreza de valores genuinamente humanos, el fácil y estéril nihilismo y la incapacidad de concebir propuestas radicalmente positivas y transformadoras de todos –menos uno: Juanpi Pistilli, cuya propuesta estética fue la única excepción que mereció de usted un reconocimiento por sus méritos- los expositores.

Esta noticia ha causado un profundo conflicto en mi consciencia. Un conflicto entre dos reacciones tan vehementes como contradictorias. Por un lado, desde luego que sé quién es usted --¿quién podría ignorarlo?-, qué clase de prestigio y autoridad posee y entre quiénes posee tamaña autoridad y tal prestigio. Pero, por otro lado, Aldo Gulino es un buen amigo mío. El conflicto que ahora se juega en mi consciencia tiene lugar, por ello, entre, por una parte, la amistad, y, por otra, la envidia. Una envidia que no es, en absoluto, sana (de hecho, mi retorcida y ruin naturaleza me hace imposible siquiera concebir qué pueda ser eso de una “sana envidia”). Estimado padre Trento (pues estimo que usted es y representa determinada cosa: si ésta es buena o mala, no viene al caso comentarlo aquí): ¿ha observado usted el nombre de este blog? ¿Ha leído mis libros? ¿O ha leído al menos un solo y miserable artículo mío? ¿O un poema suelto, alguna vez? ¿O alguna entrevista en un medio de prensa, sea el que fuere, hecha a mí por algún periodista, el que sea? ¿No? ¡Pues permítame decirle que debiera actualizarse!

Estimado padre Trento: ¿qué ha hecho Aldo Gulino, ¡en nombre de Barrabás!, que no haya hecho yo? ¿Qué han hecho él y sus secuaces –excepto J. Pistilli- para que los obsequie con tal favoritismo, mientras que a mí me ignora? ¿Por qué me excluye usted de su censura? (Y, dicho sea de paso, ¿qué es lo que tiene usted contra Juanpi Pistilli? –Por cierto que me solidarizo completamente con vos, Juanpi: es una injusticia horrible. Qué pelada-. Estimado señor: lo acuso de vicios indignos de un crítico de arte, aun si es, como usted, una especie de crítico moral y teológico de arte: esos vicios son la parcialidad y el favoritismo.

Aunque una parte de mí (aproximadamente del 0,2 al 0,3 %) se alegra por este merecido premio al talento de mi amigo Aldo Gulino, todo el resto de mi espíritu se revuelve de indignación y furia. Me abruma la posibilidad de la humillación atroz (pero no dejaré que eso suceda, auque tenga que morir en el intento) de que, dado que usted no se digna conceder la menor atención a mi obra, alguien pudiera creer que es de su agrado. ¿Qué debo hacer para que me descalifique? ¿No he blasfemado ya lo suficiente? ¡Como fuere, no me importa este revés! Lograré, no ya que usted me conceda la alegría de repudiarme -¡basta de pretensiones provincianas!-, sino que Benedicto XVI me excomulgue. Entonces –qué momento triunfal, qué venganza tan dulce- quedará claro que, a radical, a profunda y a inclasificable, ni Gulino ni nadie me va a ganar a mí. ¡Lo juro!

Dama Satán, FURIOSA.

PROMO

Montserrat Álvarez Dama Satán sólo usa (cuando se digna usarla) ropa interior con firma de puño y letra de artistas contemporáneos cuya obra merezca su interés. (En la foto, Sinfonía en Azul Nº1, composición abstracta del pintor y dibujante Pablo Cáceres Casco. Pedidos a este blog. Descuentos especiales para críticos de arte y eclesiásticos. Promos alucinantes para aquellas personas que sean ambas cosas.)

viernes, 11 de febrero de 2011

SÁBADO EN EL PARQUE

La Organización Kannábica del Paraguay (OKP) nos hace llegar un comunicado que manifiesta que la penalización de las drogas es un negocio para los que las persiguen y para los que las trafican, y un negocio eterno, añade el comunicado, pues mucho más poderosa que esas leyes que las penalizan es la ley de la oferta y la demanda, «una ley tan natural como el cannabis». Por esto, la OKP, con la metáfora impetuosamente agrícola de «Sembremos acción y cosecharemos libertad» como pastoril consigna, nos invita a una primera y bucólica jornada de labranza en los fértiles campos sajones del parque Carlos Antonio López. La invitación se dirige a «artistas, intelectuales, estudiantes, artesanos, profesionales, periodistas y público en general» deseosos de apoyar la legalización del cannabis. El encuentro es este sábado 19 de febrero a partir de las 4 de la tarde (hora kannábica) en los pastos de esa vasta pradera que se extiende en Sajonia, el citado parque Carlos Antonio López. ¡Oh, labriegos! ¡Todo aquel que se atreva a cultivar las tierras, entre nosotros aún vírgenes, de la independencia de criterio y de la libertad de decisión, para espigar un día las mieses de un futuro kannábico, será bien recibido este sábado a las 16:00 horas si se suma al encuentro! Y recordad qué está en juego: que si te dicen qué fumás y qué no, ¿por qué no han de decirte qué escribís y qué no, qué leés y qué no, qué hacés y que no? En suma, que en el fondo no se trata de exigir poder fumarme un petardo sin que nadie me fastidie (y, de paso, yo no fumo), sino de dejar bien claro que uno mismo y nadie más decide lo que hace uno en todo aquello que sea de su exclusiva incumbencia. Así lo veo yo, al menos. Faltaría más, qué diablos. Es una cuestión de actitud.
SÁBADO 19 DE FEBRERO, DESDE LAS 16:00 HORAS, PARQUE CARLOS ANTONIO LÓPEZ.
Los interesados pueden escribir a organizacionkannabicadelparaguay@hotmail.com

CABÍA OBJETAR LA MARCA...

Montserrat Álvarez
Cabía objetar la marca -Budweiser-, en todo caso (lo que, por cierto, no se privó de hacer del modo más directo el del aro en la oreja). Fuera de eso, la hospitalidad del anfitrión no merecía críticas, y a una hora adecuada, sin esfuerzo ni lapsos de sequía con "vaquita", todos los convocados (con un fin impreciso) a esa reunión del 11 de febrero del año 2010 habían alcanzado un grado aceptable de etilización. El del aro en la oreja, observó velozmente, era el más ingenioso; le divertía pescar sus comentarios entre el caos general de las diversas voces. Por lo demás, la reunión se le iba volviendo intolerable. Demasiada gente, demasiados ojos, demasiado ruido. Y, afuera, en la calle, la promesa del profundo alivio de la intemperie, de la libertad, el arduo júbilo de la soledad y de la noche. El impulso de marcharse de inmediato se le iba volviendo irresistible. Atacó sin pensárselo dos veces y sin saber por qué ni poder evitarlo a uno o dos de los allí presentes, con el más completo descaro e impertinencia. Tras lo cual, habiendo así obtenido en su interior la perfecta certeza de un repudio general y unánime en su contra, decidió que escaparse de ahí no sólo era ya fácil, sino que parecía lo único razonable. Por lo tanto, se puso de pie, para iniciar la huída. En ese instante, a su izquierda, el del aro en la oreja le habló de pronto, intempestivamente: "Vos seguro pensás que soy un bruto, ¿cierto?", oyó que le decía, con esas u otras palabras similares. Sintió un total desconcierto: ¿cómo pudo saber con tanta precisión, el del aro en la oreja, al que jamás había visto antes, lo que necesitaba escuchar en ese momento exacto? Para su estupefacción, había en ese lugar alguien que no despreciaba por absurda o por loca su opinión, sino que la valoraba e incluso a quien ofendía la posibilidad de que le fuera poco favorable. ¿Qué especie de extraña sintonía le hizo establecer, al del aro en la oreja, tan sutil e improbable conexión súbitamente ese 11 de febrero? Después de un año, aún se lo pregunta, aunque sin comentárselo al del aro en la oreja. Es un absoluto enigma; es un asombro invariable. Aquella noche, la idea de haber ofendido al del aro en la oreja le hizo negar de inmediato con vehemencia y con precipitada cortesía el desdén secreto que él le atribuyera. Le habría podido decir también que era al contrario, que entre todos los singulares bichos convocados ese 11 de febrero era él, el del aro en la oreja, quien le parecía destacarse por inspirarle un singular respeto de origen desconocido, oscuro, el que sin duda e instintivamente consideraba más raro e interesante, el que por algún motivo incomprensible sentía más cercano. Sí, todo eso podría haberle dicho y seguido diciendo desde entonces, y un año después, con invariable asombro, al del aro en la oreja.

jueves, 10 de febrero de 2011

ESPACIO PUBLICITARIO

¡EMOTICÓN SANGUINARIO, tu fanzine de poesía y mambos densos is back & reloaded! ¡EMOTICÓN SANGUINARIO está de vuelta! A los que decían ya sin esperanza: «No podés ser tan trivial, tan esnob, tan pelotudo», EMOTICÓN SANGUINARIO les responde: «¡Sí podemos!» A los que daban por muerto a EMOTICÓN SANGUINARIO y decían con nostalgia: «No podés ser tan payaso, tan animal, tan cualquiera», EMOTICÓN SANGUINARIO les replica: «¡Sí podemos, y ahora batimos nuevos récords!» A VOS que ya decías hasta nunca al placer de leer EMOTICÓN SANGUINARIO y consumid@ por la añoranz@ repetías: «No podés ser tan barato, tan mal plagiario, tan bestia», te decimos: «¡Sí podemos, y vos también podés! Uníte, suscribíte, comprá, leé, colaborá con EMOTICÓN SANGUINARIO» Si andás con el pescuezo torcido hacia los astros y siempre dando vueltas por ahí en búsqueda febril del Absoluto: EMOTICÓN SANGUINARIO está hecho para vos, que sos un soñador del Infinito. Porque lo único infinito es la estupidez humana.


NOTICIAS NACIONALES. PROTESTA DEL MU FRENTE A MBURUVICHÁ ROGA

NOTICIAS NACIONALES

PROTESTA DEL MU FRENTE A MBURUVICHÁ ROGA

Masoquistas Unidos (MU) se manifestó frente a Mburuvichá Roga. «¡Persiguen a fumones, barrabravas, peajeros y cualquier patotero de cuarta pero nunca a nosotros!», aullaron los manifestantes. «¡Es discriminación!», proclamó un líder del MU saltando vigorosamente sobre un podio improvisado con cuerpos y rostros de varios militantes. «Exigimos del gobierno una represión brutal y sin contemplaciones contra los masoquistas», era la principal reivindicación de la larga lista presentada a la principal autoridad de la república. «¡Queremos ligar! ¡Queremos ligar!», fue una de las más reiteradas consignas. «¿Para qué está la policía?», declaró en indignada reflexión uno de los principales cabecillas del movimiento. «¡El deber de todo policía es garrotearnos!»

LIBROS NUEVOS – LIBROS NUEVOS – LIBROS NUEVOS

NOVEDADES INTERNACIONALES. ENSAYO

Ya está en librerías otro polémico libro del enfant terrible y ensayista argentino Gino Lollobrígido: El Pensador de Rodin: ¿concentrado o estreñido? Es, aclara Lollobrígido, «una inquisición sobre el contenido latente de la representación más célebre de Rodin: ¿qué sostiene el prestigio tradicional de esas posaderas clásicas? ¿Reposan en neutro banco, silla o afín, o lo que subliminalmente ‘lee entre líneas’ el espectador es cosa tal como un water o inodoro?» Lollobrígido aduce que la esquizofrenia de nuestro mundo es la de una engañosa dicotomía que opone los conceptos mente-vientre, alma-panza. «¡Todo el que contempla sin hipocresía el Pensador se pregunta antes o después si está sumido en su interior o en su intestino ─declara el autor, airado─, si pensando o defecando, si complicado o aturdido, si concentrado o estreñido, si should I stay or should I go!». Para Lollobrígido, todo cuestionamiento radical a la destructiva y caduca metafísica occidental deberá deconstruir las postizas fronteras que separan lo mental de lo fecal «e imponen el absurdo de que son términos antitéticos, cuando lo más frecuente es lo contrario, es decir, que sean lo mismo, dado que lo que la gente acostumbra pensar es un montón de mierda». (Agotado en El Quijote y El lector. Pedidos a este blog.)

LANZAMIENTOS NACIONALES. POESÍA

El último poemario de M. Fettuccini, conocido también por sus textos cómicos en las páginas de humor de diversos diarios locales, muestra que el autor sabe desatar profundas emociones. Su único problema es, a nuestro modesto juicio, una pequeña pero significativa confusión entre los dos géneros que cultiva. Si supera esta confusión, su talento será reconocido, pues, aunque él los llama «melancólicos», sus poemas obsequian al complacido lector las más gratas carcajadas, mientras que, por el contrario, sus chistes logran dar genuina pena. Tiene en sus manos, pues, dos vetas muy valiosas, junto con dos errores de puntería, por fortuna de fácil solución. Nuestra respetuosa sugerencia a esta promesa de la literatura paraguaya es que publique sus textos cómicos como parte de su obra fúnebre y melancólica, y que, simultáneamente, publique en broma sus escritos serios. Ello le dará, sin duda, merecida gloria por partida doble. (Agotado en El Quijote y Servilibro. Pedidos a este blog.)

PROMO: desde dos libros tenés precio por yunta.

lunes, 3 de enero de 2011

A LA LATA LARGA (CANTATA)

¡Ah, vasta lata, para nada parca!
¡La más capaz, la más alta lata! ¡Bárbara!
Cada mañana aplacas las gargantas,
halagas a las almas, amada lata larga,
acabas farsas, masacras mascaradas.
¡Bah, Mara, la amargada! ¿Malsana, la gran lata?
¡Calla, marrana! ¡Malvada, falsa, banda!
¿Grasas trans? ¡Para nada! Cara, afamada malta.
¡Apagá la alharaca! ¡Tragá la parmalat, flaca tarada!
¡Ah, vayan las sagradas cataratas,
las anchas llamaradas, la cantata
a alabar a la alargada lata
a cada bar, a cada pab, a cada tasca!
¡Ajá! ¡Alarma, alarma, alarma!
¡Santas latas largas, Batman!
Allá atrás, la más callada, Pabla,
traga las latas largas a cascadas.
¡Pará, vaca payasa, zampás a cacharratas!
¡Pasá ya para acá las latas largas!
¡Nada vas a afanar! ¡Pagarás cada lata, pajarraca!
¡A la carga, kamaradas! ¡Trampa!
Natacha, la lagarta, la vándala zarpada,
saca las latas largas a patadas. ¡Ya basta!
Ah, lata larga, da paz a las almas,
cálmalas, santa lata, agrádalas, ampáralas,
mata tanta maldad, arranca tanta máscara.
Las máscaras apartan, cansan, hartan,
tapan las canas barbas, tapan las sanas caras.
¡Anda, gran lata, arráncalas!
¡Alá Akhbar, kamaradas, yahá, a las nacaradas
latas asaltar! ¡A la carga!
¿Plata? ¡Nada! Mas calma, calma, calma:
para allá, kamaradas, adaptada al azar,
vaya la caravana; la ampara Satanás.
¡Dar la cara a la caja! ¡Jamás fallar
para tragar las latas! ¡Ya! ¡Alada algazara!
Ah, lata larga, allana cada traba,
alza las alas, anda a cada casa
para arrancar las sábanas, las mantas, las frazadas,
para abrazar las almas, para bañar gargantas.
Mañana tras mañana tras mañana,
vaya la larga lata ─¡abracadabra!─
a cantar al afán, al alba clara.
Dama Satán


Montserrat Álvarez


(Viernes 31, diciembre, 2010, 10 pm, vereda de La Bodega-Sábado 1ero, enero, 2011, varios lugares, madrugada, maso.)