Un doctor dice a otro
que en muchos pacientes ha observado,
después de los sesenta o los setenta años,
que empieza a aparecer,
con diversas variantes, este sueño:
Tarde ya, por la noche,
tal vez de madrugada,
tocan la puerta
Se levantan, abren,
cruza el umbral alguien desconocido
que entra y lo mira todo
la panera la silla
el pulóver el viento de la noche
la emoción de la noche removida
el grosor del silencio la humedad de la vida
que baña con belleza toda la hermosa Tierra
Al fin dios mío al fin el esplendor
tan profundo tan cerca
música de maullidos y ladridos la orquesta
de los platos de loza y las constelaciones
la vida en todos lados
¡Aún la pueden tomar!
Al decir esto
el huésped se deshace como niebla
la puerta está cerrada
ya no hay tiempo
se terminó la fiesta
Hora de despertar
(MonTserrat Álvarez,
Dama Satán,
Asunción, 14 de octubre de 2013)
3 comentarios:
Ufff, enorrrme, como la vida misma, justo hace unos días encontré en la página del periódico de poesía unos poemas inéditos tuyos, Montse, increíbles, bellísimos, que dicen de verdad cosas importantes para todos y las dicen bien, como bailando, como riendo, como viviendo, tienes que publicar más cosas, Montse!!! Jaja, sorry, ya sabes que me emociono muchísimo con tus cosas porque son como respirar aire puro, beber agüita fresca, sonreirle a alguien en un lugar que no está precisamente acostumbrado a esos bellos gestos. Gracias Montse!! Abrazos
Saynomoreglass, gracias por esta virtual e incorpórea, lejana pero real amistad -que es, por todos esos caracteres, y por esa extraña forma de realidad, como la rica amistad que uno encuentra en los libros-: es, de hecho, porque cuento con que existen y seguirán existiendo lecturas como la tuya, que, a veces, estoy pensando en volver a publicar =D
Montse, qué genialísimo!!! (los signos de admiración son literales, Montse, es todo un honor poder escribirte)
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