Aunque habitamos en un mundo tridimensional, solemos decir que una hoja de papel es un "plano", que es "bidimensional", y, aunque en realidad no lo sea, lo es para nuestro esquema mental de la hoja de papel, de modo que, en ese supuesto plano, si pasamos, de dibujar un cuadrado (o sea, una figura "bidimensional") a dibujar un cubo (una figura "tridimensional"), entonces, decimos, estamos creando la ilusión óptica de la profundidad mediante el uso de la perspectiva. Así, decimos, tenemos la "ilusión" de que hay tres dimensiones en un "plano" (por más que el plano nunca pueda ser una realidad física para nosotros, sino solo un concepto geométrico). Seres que morasen en la bidimensionalidad, quizá no podrían entender ese cubo dibujado. Podría, por eso, nuestro dibujo de un cubo, incluso, ser invisible para los "planos" o los seres del "planeta plano" o los "bidimensionales".
Para nosotros, los tridimensionales, eso es el hipercubo. Solo que podemos crear su ilusión, y es como si, desde un lugar imposible, su sombra cayera sobre el universo. El hipercubo es la sombra que proyecta en lo real un absoluto imposible físico.
¿Qué se supone que "es" (aunque aún no sea) esa presunta, caprichosa entidad, el "2013"? Asunto de bordes y rayas, de adentros y afueras. "Una botella de Klein / que no puede ni estar llena / ni vacía de cerveza". En fin. Credo quia absurdum est, digamos. Chupemos, saltemos, bailemos. Yo brindo por lo imposible.
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2 comentarios:
Yo también brindo por eso, Montse, la única cosa que está a la altura de nuestro corazón. Abrazos!!
Una nostalgia paradójica, geométrica y platónica, la de esa altura =) Un abrazote, my friend saynomoreglass
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