miércoles, 9 de septiembre de 2009

VIVE PARA TU FILME

El segundo taller lo pensé hace poco cuando me preguntaron si mi cumple fue el 12 de junio y repliqué que sí pero que estaba, por motivos muy raros y arduos de entender que mejor contaba después, en un lugar tan asqueroso que por no ver la cara de cerdo de una ñorsa me metí bajo las sábanas y no salí ni a la esquina.
Entonces, por cierto, la ñorsa se pichó al ver mi repugnancia y empezó a aplicarme mil formas del viejo y abusivo jueguito de la tortura psicológica. Y, éste es el lado cómico, me hizo “estelarizar” breve telenovela en el adorable, grácil, masoco, irrisorio papel de gentil e indefensa Cenicienta, víctima de ella, es decir, de la señora en cuestión, que, por su parte, física y psicológicamente es clavadita a la bruja del cuento; y personificamos tan bien como si otro (¿Dios? Qué mal guionista) hubiera hecho un casting.
¡Ay de mí [aquí les clavo suspiro+sollozo apagado+mohín+el combo completo y cuando quiero, me consta, soy del todo irresistible], tan cruel fue conmigo, snif, bujú, ¡ar!, ese sapo gigante con pollera, y tanto me torturó con el adiposo poder de la fealdad y la plata, dos caras de lo corrupto, y tanto odio volvió contra YO, dulcísimo ángel-luminosa hada-leve mariposa-damnificada de la poesía, que literalmente tuve que ser raptada en coche por unos amigos para huir aprovechando un descuido de la bruja!
Si le quito lo caricaturesco, Believe it or not!, es 100% cierto, así de raro es lo que me pasa todo el tiempo, aunque mueran de envidia los demás posers, y como nadie creerá que mi existencia es así, aunque lo sea de modo rigurosamente cierto, mientras yo viva, o sea, como estas cosas a uno se las creen sólo póstumamente, sobre todo si se hace una película sobre la vida de uno, convoco al primer taller exclusivo para posers "VIVE PARA TU FILME".