domingo, 1 de mayo de 2011

PRIMERO DE MAYO

El 1ero de mayo de 1886 comenzó la huelga general en Chicago, reclamando en primer término una jornada laboral de 8 horas. Tres días después, el 4 de mayo, en una concentración en la plaza de Haymarket, estalló una bomba, causando un muerto y varios heridos. Se detuvo y se torturó a cientos de trabajadores y el 21 de junio se inició un juicio contra ocho acusados de haber causado el incidente. Eran pobres, eran obreros, varios eran inmigrantes: no eran más que perdedores, perfectos para morir. Fueron declarados culpables sin pruebas, y condenados todos, tres a prisión y cinco a muerte. Samuel Fielden, obrero textil inglés de 39 años, y Michael Schwab, tipógrafo alemán de 33 años, recibieron cadena perpetua, y Oscar Neebe, vendedor estadounidense de 36 años, 15 años de trabajos forzados. Georg Engel, tipógrafo alemán de 50 años, Adolf Fischer, periodista alemán de 30 años, Albert Parsons, periodista estadounidense de 39 años, y August Vincent Theodore Spies, periodista alemán de 31 años, fueron ahorcados. Louis Lingg, carpintero alemán de 22 años, no aceptó que otros le impusieran su poder quitándole la vida por la fuerza y se mató él mismo en su celda, detonando en su boca, la víspera del día fijado para su ejecución, un explosivo: ése fue el “cigarro-bomba” de Louis Lingg. Ningún 1ero de mayo se los recuerda. Y, sin embargo, cuando José Martí, corresponsal en Chicago de La Nación de Buenos Aires, relata la ejecución, el 11 de noviembre de 1887, es difícil leer el grito de Spies como un error:


Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora”. Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…


Hoy, 1ero de mayo de 2011 (y pese a que, salvando las distancias entre uno y otro caso, también hoy se ha consumado, por conmemoración, por escarnio o por rara coincidencia, otra condena a muerte sin juicio y otra ejecución --a partir de la cual se establece oficialmente que cabe declarar culpable a alguien sin pruebas y darle muerte), tampoco los hemos recordado. Y, sin embargo, cuando Lingg escuchó la decisión de la corte, se puso en pie diciendo: “Muero feliz en la horca, sabiendo que cientos y miles recordarán mis palabras. Cuando nos hayan ahorcado, ellos lanzarán las bombas. Con esta certeza, les digo a ustedes: yo los desprecio, yo desprecio su orden, desprecio sus leyes, su fuerza, su autoridad. Ahórquenme por eso”. Quizá entonces fue difícil no creerle.

sábado, 2 de abril de 2011

UN SUEÑO JAPONÉS Y UN SUEÑO RARO


Sueño de la noche anterior al reciente tsunami:

"Imprecisamente, hay que llegar a algún lugar seguro. No llueve, pero en algunas calles veo pequeños grupos de hombres de traje gris, en número de 4, 6 o 5, caminando con breves y apresurados pasos. En cada uno de estos curiosos grupitos, los presurosos sujetos avanzan algo inclinados mientras intentan, absurdamente, protegerse de un inexistente diluvio bajo un único y gran paraguas negro. Me advierten que se trata de japoneses. 'Mantente lejos de los japoneses', escucho que añade alguien, dirigiéndose a mí."



Montserrat Álvarez
Sueño lo siguiente:

"Varios hombres ríen en la oscuridad de la madrugada, bajo la fría luz, cruda y prosaica, de un fluorescente, mientras arrojan dados y juegan a las cartas sobre una mesa verde de quirófano: Cáncer."





Montserrat Álvarez
La noche anterior al citado tsunami, por cierto, D., tomando tereré en la vereda, en una pausa en su trabajo, dijo: "¿Qué es un tsunami?" Me extrañó que manifestase curiosidad por algo sin aplicación práctica ni interés personal, por no ser eso algo propio de D. Además, la pregunta me pareció caprichosa, ya que todo el mundo, a menos que jamás haya visto televisión, sabe actualmente lo que es un tsunami. Sin embargo, esta escena no forma parte de un sueño. Sí, en cambio, precede a uno: el "sueño japonés" contado más arriba.

miércoles, 16 de febrero de 2011

CARTA DE DAMA SATÁN, O SEA, YO, AL PADRE TRENTO

Estimado padre Trento:

Me enteré hace unas horas, al contármelo Aldo Gulino uno de los artistas cuyas obras fueron recientemente expuestas en el Centro Cultural de España “Juan de Salazar”, que ha publicado usted en estos días, en un diario local, una carta donde deplora la pobreza de valores genuinamente humanos, el fácil y estéril nihilismo y la incapacidad de concebir propuestas radicalmente positivas y transformadoras de todos –menos uno: Juanpi Pistilli, cuya propuesta estética fue la única excepción que mereció de usted un reconocimiento por sus méritos- los expositores.

Esta noticia ha causado un profundo conflicto en mi consciencia. Un conflicto entre dos reacciones tan vehementes como contradictorias. Por un lado, desde luego que sé quién es usted --¿quién podría ignorarlo?-, qué clase de prestigio y autoridad posee y entre quiénes posee tamaña autoridad y tal prestigio. Pero, por otro lado, Aldo Gulino es un buen amigo mío. El conflicto que ahora se juega en mi consciencia tiene lugar, por ello, entre, por una parte, la amistad, y, por otra, la envidia. Una envidia que no es, en absoluto, sana (de hecho, mi retorcida y ruin naturaleza me hace imposible siquiera concebir qué pueda ser eso de una “sana envidia”). Estimado padre Trento (pues estimo que usted es y representa determinada cosa: si ésta es buena o mala, no viene al caso comentarlo aquí): ¿ha observado usted el nombre de este blog? ¿Ha leído mis libros? ¿O ha leído al menos un solo y miserable artículo mío? ¿O un poema suelto, alguna vez? ¿O alguna entrevista en un medio de prensa, sea el que fuere, hecha a mí por algún periodista, el que sea? ¿No? ¡Pues permítame decirle que debiera actualizarse!

Estimado padre Trento: ¿qué ha hecho Aldo Gulino, ¡en nombre de Barrabás!, que no haya hecho yo? ¿Qué han hecho él y sus secuaces –excepto J. Pistilli- para que los obsequie con tal favoritismo, mientras que a mí me ignora? ¿Por qué me excluye usted de su censura? (Y, dicho sea de paso, ¿qué es lo que tiene usted contra Juanpi Pistilli? –Por cierto que me solidarizo completamente con vos, Juanpi: es una injusticia horrible. Qué pelada-. Estimado señor: lo acuso de vicios indignos de un crítico de arte, aun si es, como usted, una especie de crítico moral y teológico de arte: esos vicios son la parcialidad y el favoritismo.

Aunque una parte de mí (aproximadamente del 0,2 al 0,3 %) se alegra por este merecido premio al talento de mi amigo Aldo Gulino, todo el resto de mi espíritu se revuelve de indignación y furia. Me abruma la posibilidad de la humillación atroz (pero no dejaré que eso suceda, auque tenga que morir en el intento) de que, dado que usted no se digna conceder la menor atención a mi obra, alguien pudiera creer que es de su agrado. ¿Qué debo hacer para que me descalifique? ¿No he blasfemado ya lo suficiente? ¡Como fuere, no me importa este revés! Lograré, no ya que usted me conceda la alegría de repudiarme -¡basta de pretensiones provincianas!-, sino que Benedicto XVI me excomulgue. Entonces –qué momento triunfal, qué venganza tan dulce- quedará claro que, a radical, a profunda y a inclasificable, ni Gulino ni nadie me va a ganar a mí. ¡Lo juro!

Dama Satán, FURIOSA.

PROMO

Montserrat Álvarez Dama Satán sólo usa (cuando se digna usarla) ropa interior con firma de puño y letra de artistas contemporáneos cuya obra merezca su interés. (En la foto, Sinfonía en Azul Nº1, composición abstracta del pintor y dibujante Pablo Cáceres Casco. Pedidos a este blog. Descuentos especiales para críticos de arte y eclesiásticos. Promos alucinantes para aquellas personas que sean ambas cosas.)

viernes, 11 de febrero de 2011

SÁBADO EN EL PARQUE

La Organización Kannábica del Paraguay (OKP) nos hace llegar un comunicado que manifiesta que la penalización de las drogas es un negocio para los que las persiguen y para los que las trafican, y un negocio eterno, añade el comunicado, pues mucho más poderosa que esas leyes que las penalizan es la ley de la oferta y la demanda, «una ley tan natural como el cannabis». Por esto, la OKP, con la metáfora impetuosamente agrícola de «Sembremos acción y cosecharemos libertad» como pastoril consigna, nos invita a una primera y bucólica jornada de labranza en los fértiles campos sajones del parque Carlos Antonio López. La invitación se dirige a «artistas, intelectuales, estudiantes, artesanos, profesionales, periodistas y público en general» deseosos de apoyar la legalización del cannabis. El encuentro es este sábado 19 de febrero a partir de las 4 de la tarde (hora kannábica) en los pastos de esa vasta pradera que se extiende en Sajonia, el citado parque Carlos Antonio López. ¡Oh, labriegos! ¡Todo aquel que se atreva a cultivar las tierras, entre nosotros aún vírgenes, de la independencia de criterio y de la libertad de decisión, para espigar un día las mieses de un futuro kannábico, será bien recibido este sábado a las 16:00 horas si se suma al encuentro! Y recordad qué está en juego: que si te dicen qué fumás y qué no, ¿por qué no han de decirte qué escribís y qué no, qué leés y qué no, qué hacés y que no? En suma, que en el fondo no se trata de exigir poder fumarme un petardo sin que nadie me fastidie (y, de paso, yo no fumo), sino de dejar bien claro que uno mismo y nadie más decide lo que hace uno en todo aquello que sea de su exclusiva incumbencia. Así lo veo yo, al menos. Faltaría más, qué diablos. Es una cuestión de actitud.
SÁBADO 19 DE FEBRERO, DESDE LAS 16:00 HORAS, PARQUE CARLOS ANTONIO LÓPEZ.
Los interesados pueden escribir a organizacionkannabicadelparaguay@hotmail.com

CABÍA OBJETAR LA MARCA...

Montserrat Álvarez
Cabía objetar la marca -Budweiser-, en todo caso (lo que, por cierto, no se privó de hacer del modo más directo el del aro en la oreja). Fuera de eso, la hospitalidad del anfitrión no merecía críticas, y a una hora adecuada, sin esfuerzo ni lapsos de sequía con "vaquita", todos los convocados (con un fin impreciso) a esa reunión del 11 de febrero del año 2010 habían alcanzado un grado aceptable de etilización. El del aro en la oreja, observó velozmente, era el más ingenioso; le divertía pescar sus comentarios entre el caos general de las diversas voces. Por lo demás, la reunión se le iba volviendo intolerable. Demasiada gente, demasiados ojos, demasiado ruido. Y, afuera, en la calle, la promesa del profundo alivio de la intemperie, de la libertad, el arduo júbilo de la soledad y de la noche. El impulso de marcharse de inmediato se le iba volviendo irresistible. Atacó sin pensárselo dos veces y sin saber por qué ni poder evitarlo a uno o dos de los allí presentes, con el más completo descaro e impertinencia. Tras lo cual, habiendo así obtenido en su interior la perfecta certeza de un repudio general y unánime en su contra, decidió que escaparse de ahí no sólo era ya fácil, sino que parecía lo único razonable. Por lo tanto, se puso de pie, para iniciar la huída. En ese instante, a su izquierda, el del aro en la oreja le habló de pronto, intempestivamente: "Vos seguro pensás que soy un bruto, ¿cierto?", oyó que le decía, con esas u otras palabras similares. Sintió un total desconcierto: ¿cómo pudo saber con tanta precisión, el del aro en la oreja, al que jamás había visto antes, lo que necesitaba escuchar en ese momento exacto? Para su estupefacción, había en ese lugar alguien que no despreciaba por absurda o por loca su opinión, sino que la valoraba e incluso a quien ofendía la posibilidad de que le fuera poco favorable. ¿Qué especie de extraña sintonía le hizo establecer, al del aro en la oreja, tan sutil e improbable conexión súbitamente ese 11 de febrero? Después de un año, aún se lo pregunta, aunque sin comentárselo al del aro en la oreja. Es un absoluto enigma; es un asombro invariable. Aquella noche, la idea de haber ofendido al del aro en la oreja le hizo negar de inmediato con vehemencia y con precipitada cortesía el desdén secreto que él le atribuyera. Le habría podido decir también que era al contrario, que entre todos los singulares bichos convocados ese 11 de febrero era él, el del aro en la oreja, quien le parecía destacarse por inspirarle un singular respeto de origen desconocido, oscuro, el que sin duda e instintivamente consideraba más raro e interesante, el que por algún motivo incomprensible sentía más cercano. Sí, todo eso podría haberle dicho y seguido diciendo desde entonces, y un año después, con invariable asombro, al del aro en la oreja.

jueves, 10 de febrero de 2011

ESPACIO PUBLICITARIO

¡EMOTICÓN SANGUINARIO, tu fanzine de poesía y mambos densos is back & reloaded! ¡EMOTICÓN SANGUINARIO está de vuelta! A los que decían ya sin esperanza: «No podés ser tan trivial, tan esnob, tan pelotudo», EMOTICÓN SANGUINARIO les responde: «¡Sí podemos!» A los que daban por muerto a EMOTICÓN SANGUINARIO y decían con nostalgia: «No podés ser tan payaso, tan animal, tan cualquiera», EMOTICÓN SANGUINARIO les replica: «¡Sí podemos, y ahora batimos nuevos récords!» A VOS que ya decías hasta nunca al placer de leer EMOTICÓN SANGUINARIO y consumid@ por la añoranz@ repetías: «No podés ser tan barato, tan mal plagiario, tan bestia», te decimos: «¡Sí podemos, y vos también podés! Uníte, suscribíte, comprá, leé, colaborá con EMOTICÓN SANGUINARIO» Si andás con el pescuezo torcido hacia los astros y siempre dando vueltas por ahí en búsqueda febril del Absoluto: EMOTICÓN SANGUINARIO está hecho para vos, que sos un soñador del Infinito. Porque lo único infinito es la estupidez humana.