Hay gente que no comprende qué le podés ver a Paraguay.
Pero es que, fuera de lo espantoso que resulta para uno en la práctica, como
postulado teórico resulta tan improbable que fascina. ¿En qué otro país puedes ver
una campaña electoral como esta, donde Cartes acusa a los hijos del actual
presidente (¡un golpistaaa! –es que es desternillante) de "coimeros",
para que el mandatario en cuestión replique que seguro dijo eso en pedo, y
Alegre, el candidato liberal, profiera esta delicia: "Encima de narco,
llorón"? Y luego, como si nada, se pase a otras cosas, que, como dijo a
esta reportera un buenazo y pacifista dirigente colorado, "¿Para qué vamos
a ponernos argeles y empezar a discutir y pelear entre todos cuando lo que hay
que hacer ahora es comprar votos?" Perdonen el fanatismo, pero ni un
dadaísta podría diseñar tan desopilante país. ¿En qué otro lugar del orbe que
no sea Paraguay vamos a tener a un acusado de narcotráfico como candidato a la
presidencia? ¿Dónde? No, este país es un trip lisérgico de lo mejor. Y paren de
decir que aquí los presidentes o los expresidentes son unos calentones, que no
todos lo son: algunos se limitan a traficar con drogas o a matar de hambre al
rollo (aunque tampoco es cierto que lo maten siempre de hambre: a veces utilizan
métodos más directos). Nada, que “Tras cuernos, palos”: primero un golpe y después
un narco. Paraguay no ganará las olimpiadas, pero a los récord Guinness seguro entramos.
Es que ahí está lo "nietzcheano" de Paraguay, en que hay algunos que actúan
como si estuvieran "más allá del Bien y del Mal". Y lo peor es que
parece que lo están, en efecto. Si no me creen, vayan a decirle que no lo está
al macho alfa de alguna horda de sojeros o latifundistas, al espalda plateada
de una horda de grandes empresarios paraguayos. Porque, a menos que me tome
tres petacas de caña, ni yo me animo. Menos temor tengo que superar para ir a
darle un par de bifes a Darth Vader. Y, ahora que lo menciono, quizá votar por
Darth Vader no sería la peor decisión. De hecho, lector: Vota hoy por Darth Vader.
Si nos vamos a ir a la m***, que al menos sea con “glamur” y por una alfombra
roja. Entre un infierno con buena banda sonora y buen guión y el infierno
colorado, que, aparte de infernal, es el más vairo y más valle de la historia, elijamos
el primero.