martes, 1 de septiembre de 2009

VED, AQUÍ UN FRAGMENTO DE, HUM, MI FILOSOFÍA, BY DAMA SATÁN, I MEAN, O SEA, YO

EL ESTILO

Uno hereda palabras, conceptos, un discurso que dice por igual las ideas y las pasiones de uno y las de cualquier otro. Que dice de mí sólo lo que ya tengo en común con cuantos hablan también ese lenguaje.
Lo que sólo mi ojo vio y sólo mi piel sintió, cómo sólo yo viví esas palabras y sólo a mi experiencia se dieron esos conceptos, conceptos y palabras no lo dicen.
Lo que dicen existía antes de mí y me sobrevivirá. Mi intransferible, solitario quemarme en el tiempo no lo dicen. El vértigo secreto de mi irrisoria mirada irrepetible no está en la vasta duración que me excede. Que sólo se aplica a mí como una ley a un caso.
Para decirme encontré palabras ya hechas: “miedo”, “locura”, “belleza”, “risa”, “caos”.
Dicen lo perdurable, lo que está en mí, en todos y en ninguno.
Y al decirlo me callan, pues dicen lo que perdura, mientras yo soy lo que muere. Lo incorpóreo y eterno del antiguo legado me niega porque yo soy el aullido del tiempo y de la materia.
Pero porque mi materia es la muerte tengo pulso. Porque mi corazón un día no lo hará, ahora palpita. Y porque en mí se encarnan los conceptos, estos no están inertes.
Se encarnen en cuerpo altivo y nervioso o pasivo y tardo, impulsivo y móvil o inhibido y cauto, enérgico y vivaz o lento y manso, si al decir yo las palabras logro que suenen con la física voz fugaz, mortal, de mi garganta, el ritmo de mi sangre dejará en ellas la marca de mi estilo y las animará con la vida fugaz de mi organismo.
Con mi estilo no doy forma al discurso desde fuera como quien lo decora u ornamenta. El ornamento es lo superficial; pero el estilo siempre es lo más profundo.
Por mi estilo, si acaso, por ejemplo, fui poeta, no me limité a escribir mi poesía, sino que la llevé puesta como los huesos.
Que tenga un estilo no implica que lo que escribo sea mejor o peor que lo de otros, sino que sólo yo puedo firmarlo, como sólo yo en mi nombre respiro, camino, hago el amor, sonrío, me ensombrezco, me asombro o me emborracho.
Lo que sólo yo soy, lo que en mí nace condenado a muerte, es lo que nadie más sabrá si no es por mí. No importa cuántas veces se haya dicho. Si yo lo digo como tan sólo yo puedo decirlo, estará siendo dicho ahora por vez primera. Esto es mi estilo.
Cuando yo sea polvo, mi estilo hará que brinquen las palabras con el ritmo de mis ademanes, y marcadas con sangre, con mi sangre, brillarán con la vida que lo eterno nunca les pudo dar, pues sólo lo que muere ha podido estar vivo alguna vez.

2 comentarios:

KuruPicho dijo...

"Pero porque mi materia es la muerte tengo pulso"...
citas no citables onda Selecciones sino robables!!

Edgar Pou, ratá pypore dijo...

Chau¡¡¡¡ que fuerte Montse¡¡¡
Los aullidos de la poesía que no conoce de borders.
O se es o no se es,
si vivir no es solo decir
morir puede ser el filo que corta las venas y libera la sangre inacallable de la voz tuya......
qué nombre secreto te pondré hasta entonces amiga?..